21.3.10


Casi sin saberlo, casi sin prevenirlo, casi voluntariamente, casi. No tengo idea de que es lo que ago aquí, es desesperante. Rodeado de todo, y a la ves vacío, vacío penetrante que me encoje el corazón, como en una isla desierta, como aquel que jamás volvió de su viaje tan ansiado y luego tan odiado. Es solo una de las tantas escalas de mi recorrido, entre las flores, y soledad, bajo las estrellas, y luna, Ante un horizonte inalcanzable, rodeado de él, como en la sima de una montaña, como volando por los aires, o sumergido en él. Todo es incertidumbre, ante un sol magistral que permite ver las cosas claramente, y que a la vez te ciega de esas cosas tan simples, como el vuelo de las aves, y luego de un instante a otro todo se desvanece, y solo, solo en la oscuridad he de quedar, con ese anhelo de luz, ese anhelo de amor, tratando de cerrarte los ojos a tanta pena y tristeza. Pero al nuevamente abrirlos, solo, solo una leve ilusión de tu silueta en un horizonte naciente ha de salvarme.®